Acoge todo aquello que atraes a tu vida

Acoge todo aquello que atraes a tu vida

Todo aquello que llega a tu vida ha sido atraído por tí por afinidad de forma. No existe nada que provoque un mayor desgaste y sufrimiento como el resistirse a lo que es. Para generar abundancia sólo se te pide una cosa: que disfrutes del proceso.

La conciencia puesta en la fuente de Luz infinita te permite disfrutar del proceso. Ahora puedes ver el cuadro completo y tienes la certeza de que al final siempre acabará bien.

No entres en la euforia cuando todo marche bien, ni te deprimas cuando suceda lo contrario.

Disfrutar es recoger los frutos que hemos sembrado en nuestra mente. La abundancia de frutos ya está presente en tu vida, sólo te queda reconocerlos.

Aquí y ahora es el origen de tu propia historia para llegar a ti mismo.

Reconocer que eres el canal a través del cual la luz se manifiesta es darse cuenta de que todo el universo ha sido creado para sostener este instante. Existir es el potencial que da inicio a todo, para manifestar el Ser divino en el espejo de tu realidad.

¡Trae tu presente al ahora!

Cuando rechazas lo que llega a tu vida, te rechazas a ti mismo al quedar atrapado en una parte. Pierdes tu fertilidad para hacerte fuerte. Todo lo que vives en cada instante es para ascender hasta la fuente. Cada momento está siendo para llegar allí. La fertilidad es acogerlo todo (ser receptivo) y asumir que todo lo que experimentas te lleva a reconocerte en el espejo de la materia.

Nunca se te ocurra pensar que la fuente o el universo puede castigarte. Aleja esa idea de tu mente y acepta tus problemas como lo que son: pruebas que te dan la oportunidad de alzarte sobre tus límites actuales. Crear es crecer en armonía. Reconoce que todo lo que te sucede es perfecto y va camino hacia una mayor perfección. Puedes establecer objetivos para mantenerte enfocado en tu crecimiento, pero que tu conciencia esté siempre puesta en el proceso y no en el resultado. Cuando nos enfocamos solamente en los resultados entramos en la conciencia del ego competidor, nos desconectamos de la magia que nos proporciona la fuente y que permite que todo suceda sin esfuerzo.

El aikido es una disciplina marcial que se diferencia del resto de artres marciales por no oponer ninguna resistencia al contrincante, sino que aprovecha su energía para reconducirla y aprovecharla para liberar la tensión interna. Cada vez que entres en conflicto, busca la forma de armonízate. Da la bienvenida a aquello que viene a ti, y bajo ninguna circunstancia compitas, entres en conflicto o luches con ello. Cuando tire de ti, mándalo por su camino. Unificando tu poder con el de tu oponente y haciéndolo uno con él, éste llegará a ver el amor que le ofreces.

Mientras el ego competidor pone en juego su sistema para hacerte caer, esa fuerza es también una oportunidad para impulsarte y convertirte en la causa de tu propio movimiento progresivo. Elevarte hacia la fuente de luz no es un movimiento que surja desde el esfuerzo. Más bien sucede todo lo contrario. Al armonizarte con la fuente de luz, el movimiento de ascenso nace de forma natural.

Es equivalente a la respiración profunda y expansiva: al exhalar voluntariamente, sueltas la tensión y te vacías por completo. Posteriormente inhalas sin intencionalidad y te llenas de aire de forma natural.

Las áreas de tu vida en las que experimentas estrés y tensión son muy valiosas puesto que te señalan tus zonas de oscuridad interna. Y la oscuridad es simplemente falta de reconocimiento de la luz. La tensión es como una linterna interior que nos muestra los puntos dónde necesitamos dirigir nuestra atención, puesto que son espacios en los que nuestras acciones negativas han bloqueado el paso de la Luz.

Nuestro comportamiento egocéntrico guiado por el miedo nos hace contraernos y no dejar pasar la luz por esas zonas que quedan bloqueadas.

Uno no se ilumina fantaseando con figuras de luz sino iluminando su oscuridad interna. Es decir, desbloqueando su tensión interna.

¡Nuestros rasgos negativos son las llaves que abren las puertas de la abundancia ilimitada!

Como director y actor de tu propia realidad ya conoces la verdadera clave: cada vez que surge un desafío en tu vida, ¡tú eres el responsable.!

Nadie puede evadir su responsabilidad porque la realidad externa se forma por emanacion de la realidad interna.

El espejo de la realidad siempre te devuelve todo aquello que proyectas en él.

No huyas entonces de los desafíos que aparecen en tu vida, pues son pruebas que te harán crecer si asumes que tu mismo las pusiste ahí.

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