LAS CADENAS DE ORO

LAS CADENAS DE ORO

En el mito del viaje del héroe las cadenas de oro simbolizan las ataduras que impiden al héroe seguir el llamado a la aventura.

Pongamos algunos ejemplos.

Tenemos a Juan de 40 años, se trata de un hombre serio y responsable. Trabaja en un banco. Se considera realizado en su trabajo pero al llegar a casa las cosas cambian. No está satisfecho con la relación que tiene con su mujer y sus hijas, lo ven como un hombre demasiado rígido y distante. Juan se siente incomprendido pero no sabe cómo cambiar. Está encadenado a la creencia de que debe ser perfecto para ser amado,

Oscar es un empresario de 45 años. Ha alcanzado el éxito en su ámbito laboral, es un hombre guapo y seductor. A su alrededor la gente se sorprende de que Oscar haya entrado en una profunda crisis existencial. Ellos pagarían por tener su vida., Toda la vida persiguiendo el éxito material pero ahora siente que nada tiene sentido. Está encadenado a la creencia de que para ser amado debe mostrar una imagen de triunfador.

Iván es un funcionario de 35 años. Por fin ha logrado esa oposición que tantos años y esfuerzo le costó sacarse. Su mujer le pide que salgan más a menudo pero él detesta gastar dinero. Los ahorros, la salud de sus hijos, el futuro. Sus preocupaciones son eternas. Está encadenado a la creencia de que para ser amado debe controlarlo todo y estar seguro.

Las cadenas de oro son invisibles a los ojos pero resultan muy difíciles de romper. Todos desde pequeños sellamos un pacto con la vida. Seré de esta determinada manera y así lograré obtener el amor que tanto anhelo. Así caemos en la vieja trampa.

Nos identificamos tanto con esa manera de vincularnos con los demás que perdemos de vista nuestra verdadera esencia.

Cuando nuestro héroe recibe el llamado de la aventura que siempre es una invitación al cambio y la exploración, debe cuestionar primero su forma habitual de percibir la realidad, solo de esa manera podrá descubrir los regalos que le esperan más allá del cruce del primer umbral.

¿Cuántas veces rechazamos la llamada a una vida mejor porque preferimos quedarnos en nuestra zona de confort?

Muchas veces necesitamos que la vida nos golpee para que nuestras creencias se tambaleen también con nosotros.

No es necesario tocar fondo para subir al cielo.

A veces sólo basta con pedir ayuda y comprometerse con un profundo proceso de crecimiento personal

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